El síndrome del miedo a ser "grasa"

Bailar por un sueño no es una tarea sencilla para las modelos. A medida que avanza el certamen, ellas notan que con la belleza no basta y en el mundo fashion esa no es una realidad fácil de aceptar. Al público parece no importarle el virtuosismo, ni el glamour o el sentido del estilo, el público quiere más. Y ahí es donde empieza el problema.
Tras las polémicas partidas de Dolores Barreiro y Florencia Gómez Córdoba, que no lograron superar el desafío telefónico, Pampita, Carolina Baldini y Sofía Zámolo pelean por el puntaje y su paso ante el jurado se convierte en un momento "traumático".
Ellas aseguran que no les perdonan la juventud y que no entienden su tipo de sensualidad. El jurado afirma que a ellas les duele encontrarse cara a cara con la evidencia de que esos dones, muchas veces no alcanzan, que son desabridas a la hora de provocar.
Se ha dicho que el miedo a ser grasa las paraliza y no les permite traspasar la pantalla. Ellas, en cambio, alegan que tienen otro modo de seducir, más indirecto y sugerente que no es comprendido por el gusto popular. ¿Sofisticación o falta de audacia?
"Vos tenés algo personal conmigo, Carmen", dijo Pampita y Barbieri vio venir la polémica hacia ella. No es la primera vez, y seguramente no será la última, que una modelo le insinúa a un miembro del jurado algún tipo de envidia por belleza, edad o éxito.
El jurado, en cambio, asegura estar acostumbrado a las exhibiciones de cuerpos armónicos y personalidades extrovertidas y explican que cada vez buscan más expresión y actitud, cosas que la modelos, a juzgar por los puntajes, no pueden brindar tan fácil.
Al parecer, la audacia y la personalidad escénica de una modelo quedaría muy por detrás de la osadía y el desenfado de las vedettes.
En pocas palabras, mientras las modelos bailan con discreción para cuidar su imagen, las vedettes toman la pista y sin preocuparse por el que dirán de sus esposos, amigos y marcas representadas, se llevan todos los puntos.


Fuente: puroshow.com